Diversos barrios de la Ciudad de Córdoba cuentan con un centro vecinal, es decir un lugar donde un grupo de vecinos se organizan para llevar a cabo actividades recreativas y para abordar problemáticas del barrio en particular.
Barrio Jardín posee centro vecinal desde hace varios años; principalmente su sede se encontraba en la calle Mal paso, luego de un cambio de dirigentes el centro dejó de tener un espacio físico durante ocho años. En ese momento, los miembros del centro sólo podían realizar algunas reuniones en el Club ACIC, quien les cedía un espacio.
La falta de una sede, como espacio físico, afectó a la participación vecinal, ya que no existía un lugar donde los vecinos pudieran realizar las actividades que el centro proponía. Marta Gutierrez, ex tesorera, manifestó que al asumir en la dirigencia junto a otros miembros del centro vecinal nunca contaron con una sede, por tal motivo se les presentaba el problema de la falta de participación vecinal.
De esta manera continuaron llevando a cabo sólo algunas actividades y reuniones, hasta que finalmente el 4 de diciembre pasado asumió una nueva comisión directiva- Edgardo Molina, Presidente, Haydee Pedraza, Tesorera, Beatriz Moyano, Colaboradora-.
Actualmente la sede del centro vecinal se encuentra ubicada en Pablo Belisle y De la Estación. Cuenta con 80 socios aproximadamente, quienes abonan una cuota mensual, de 15 pesos y 10 pesos los jubilados, para poder acceder a las actividades que el centro brinda. El dinero recaudado es destinado al pago del alquiler del local.
Los miembros que organizan el centro vecinal proponen actividades como:
Inglés, taller literario, deportes, canto, capacitación laboral, métodos de estudio, apoyo escolar, crochet, repostería, artística, folclore para niños y adultos, títeres, taekwondo, ritmos, gimnasia para adultos, dibujo, origami y fotografía.
Evidentemente la cantidad de socios no logra cubrir los espacios que se proponen dentro de las diversas actividades, es decir, tal como ocurría con la dirigencia pasada, la falta de participación vecinal aún persiste.
Según las encuestas realizadas en el barrio, los vecinos conocen la existencia del centro vecinal aunque afirmaron no interesarle su participación en el mismo.
° Conocimiento del centro vecinal: 47% sí conoce; 53% desconoce.
° Accionar del centro vecinal: 7% muy bueno; 36% regular.
° Relación con los vecinos: 10% mala; 53% buena.
Sin embargo existe una contradicción entre lo que expresan los miembros del centro y lo que manifiestan los vecinos, tal controversia pudo ser corroborada a través de entrevistas. Allí se refleja la escasa participación y la falta de conocimiento que tiene la gente para con las actividades que se brindan en el centro vecinal.
De acuerdo a los dichos del Presidente Edgardo Molina, el centro cuenta con varias actividades y se están incorporando de a poco jóvenes y adultos para participar.
Sin embargo, Beatriz Moyano –colaboradora del centro vecinal, informó mediante una entrevista que el problema proviene de la falta de organización interna por lo cual se dificulta al momento de tomar decisiones.
A demás, Beatriz explicó que los vecinos no participan ya que no siempre es posible llevar a cabo las actividades que se propusieron en un principio por la falta de profesores. Es decir, el mayor problema se presenta en la falta de personal para organizar internamente al centro vecinal. Tal como expresó Beatriz Moyano en la entrevista, para poder solucionar el problema es necesario, que los dirigentes se hagan cargo de las falencias internas, para lograr llegar a los vecinos.
Las instituciones del barrio coinciden en la falta de comunicación que hay entre el centro vecinal y los vecinos.
La directora del Instituto Nuestra Señora Monjas Azules, Ana Cherubini, expresó que desde la institución conocen la existencia del centro vecinal en el barrio, pero afirman no formar parte del mismo.
Según los directivos de la institución sus alumnos no están interesados en las actividades que brinda el centro y lo relacionan con la falta de comunicación desde el centro hacia los vecinos.
Según la Licenciada en comunicación social, especializada en comunicación interna, Luciana Albrieu; para poder llevar a cabo la organización del centro vecinal y lograr una eficaz participación vecinal es necesario crear un plan estratégico de medios, buscando informar a la gente sobre la ubicación de la sede y sobre las propuestas que se brindan. Luciana argumenta que dicho proyecto se puede llevar a cavo a través de la publicidad.
La falta de una sede, como espacio físico, afectó a la participación vecinal, ya que no existía un lugar donde los vecinos pudieran realizar las actividades que el centro proponía. Marta Gutierrez, ex tesorera, manifestó que al asumir en la dirigencia junto a otros miembros del centro vecinal nunca contaron con una sede, por tal motivo se les presentaba el problema de la falta de participación vecinal.
De esta manera continuaron llevando a cabo sólo algunas actividades y reuniones, hasta que finalmente el 4 de diciembre pasado asumió una nueva comisión directiva- Edgardo Molina, Presidente, Haydee Pedraza, Tesorera, Beatriz Moyano, Colaboradora-.
Actualmente la sede del centro vecinal se encuentra ubicada en Pablo Belisle y De la Estación. Cuenta con 80 socios aproximadamente, quienes abonan una cuota mensual, de 15 pesos y 10 pesos los jubilados, para poder acceder a las actividades que el centro brinda. El dinero recaudado es destinado al pago del alquiler del local.
Los miembros que organizan el centro vecinal proponen actividades como:
Inglés, taller literario, deportes, canto, capacitación laboral, métodos de estudio, apoyo escolar, crochet, repostería, artística, folclore para niños y adultos, títeres, taekwondo, ritmos, gimnasia para adultos, dibujo, origami y fotografía.
Evidentemente la cantidad de socios no logra cubrir los espacios que se proponen dentro de las diversas actividades, es decir, tal como ocurría con la dirigencia pasada, la falta de participación vecinal aún persiste.
Según las encuestas realizadas en el barrio, los vecinos conocen la existencia del centro vecinal aunque afirmaron no interesarle su participación en el mismo.
° Conocimiento del centro vecinal: 47% sí conoce; 53% desconoce.
° Accionar del centro vecinal: 7% muy bueno; 36% regular.
° Relación con los vecinos: 10% mala; 53% buena.
Sin embargo existe una contradicción entre lo que expresan los miembros del centro y lo que manifiestan los vecinos, tal controversia pudo ser corroborada a través de entrevistas. Allí se refleja la escasa participación y la falta de conocimiento que tiene la gente para con las actividades que se brindan en el centro vecinal.
De acuerdo a los dichos del Presidente Edgardo Molina, el centro cuenta con varias actividades y se están incorporando de a poco jóvenes y adultos para participar.
Sin embargo, Beatriz Moyano –colaboradora del centro vecinal, informó mediante una entrevista que el problema proviene de la falta de organización interna por lo cual se dificulta al momento de tomar decisiones.
A demás, Beatriz explicó que los vecinos no participan ya que no siempre es posible llevar a cabo las actividades que se propusieron en un principio por la falta de profesores. Es decir, el mayor problema se presenta en la falta de personal para organizar internamente al centro vecinal. Tal como expresó Beatriz Moyano en la entrevista, para poder solucionar el problema es necesario, que los dirigentes se hagan cargo de las falencias internas, para lograr llegar a los vecinos.
Las instituciones del barrio coinciden en la falta de comunicación que hay entre el centro vecinal y los vecinos.
La directora del Instituto Nuestra Señora Monjas Azules, Ana Cherubini, expresó que desde la institución conocen la existencia del centro vecinal en el barrio, pero afirman no formar parte del mismo.
Según los directivos de la institución sus alumnos no están interesados en las actividades que brinda el centro y lo relacionan con la falta de comunicación desde el centro hacia los vecinos.
Según la Licenciada en comunicación social, especializada en comunicación interna, Luciana Albrieu; para poder llevar a cabo la organización del centro vecinal y lograr una eficaz participación vecinal es necesario crear un plan estratégico de medios, buscando informar a la gente sobre la ubicación de la sede y sobre las propuestas que se brindan. Luciana argumenta que dicho proyecto se puede llevar a cavo a través de la publicidad.
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